domingo, 29 de abril de 2012

BREVE VIAJE AL PLANETA DE LOS HOMBRES SIMPLES

 


Os diré una cosa. Llueve. El cielo es un conglomerado de suciedad metálica. Tiene el color de la lluvia y por eso la lluvia no se ve.

 La calle cobra esa vivacidad de acuarela que impregna los días húmedos.

 Es hora de fabricarse una manzanilla con Anís y recostarse sobre el tresillo para navegar por la red de redes.

¿Y qué creéis que me encuentro en el correo entre un montón de mensajes que prometen descuentos, de pitonisas que tienen algo que contarme y empresas que me buscan pareja?.  El reenvío de un amigo.

Resulta que las mujeres no dormimos debido a la complejidad de nuestro cerebro. Vaya por Dios, que interesante. Voy a leerlo.

Abres el email y contemplas todo un circuito con engranajes que parece no acabarse nunca. Está repleto de bolitas saltarinas que provocan una sensación de actividad frenética. Según el autor de la gracia, cada bolita representa un pensamiento.

A veces sospecho que llevo la sonrisa en los huesos, porque sonrío, y lo hago por defecto. A pesar de mi seriedad.

Es curiosa esa manía de nuestro cerebro por clasificarlo todo. Ese empeño posterior en alimentar sus raciocinios para crear un surco en las neuronas del que brote una férrea creencia. Sonrió cuando imagino la masa gris como una tierra que aramos de sol a sol.

Y a mí que los hombres, me parecen de otro planeta. Como si no fueran simples, o si lo fueran tanto que no alcanzo a comprenderlo.

Reconozco que nunca se me han dado bien. Y el caso es que me encantan.

Aún no he llegado a comprender la forma en que nos destrozan el corazón a veces, ni la frialdad glacial de la que hacen alarde cuando menos lo esperas. Y todavía me pregunto porque hay tantos que prefieren el fútbol a las películas de amor.

Yo pensaba que las mujeres no dormíamos porque estamos pendientes de los niños o porque nos acechan las responsabilidades en el hogar y en la oficina.

Creo que incluso podríamos haber acuñado esa frase convertida en verdad inmutable: “Pobrecitos ellos, con lo simples que son”.  A madrazas no hay quién nos gane.

Y sin embargo yo todavía no he podido concluir algo así de simple. Tantos años de convivir con hombres en casa, en el trabajo y en la vida y continuo sin captar la simplicidad masculina. Lo peor es que no sé cómo explicarlo, cuando debería ser muy sencillo. ¿O no es eso lo que se espera de lo simple?.

Así que vuelvo a mi nave y regreso al mundo de los hombres y mujeres de carne y hueso. En el planeta de los hombres simples, tengo poco que hacer, excepto desearles lo mejor. Eso y… que duerman mucho.

Por cierto sigue lloviendo. Queramos o no.



© Texto de Isabel Ripoll Espinosa

2 comentarios:

  1. Creo que el termino de lo "simple" fue creado por alguien cuya unica finalidad era hacernos perder la cabeza. Duerme amiga mia , que ya serán otros los que nos cuiden los sueños ; si es que hay algo en ellos tan importante como para hacerlo
    Besos y cuidate

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  2. Buen texto para reflexionar; esos temas que entra dentro de la incertidumbre humana.
    Ya lo dijo la biblia en algunos de sus probervios y en el... “El corazón del hombre es insondable” (Sal 63,7).
    Por supuesto que aquí también está incluida la mujer, que a veces (muchas veces), se le hace difícil al hombre, entenderla...
    Un gusto haber pasado por aquí.
    Un abrazo.
    Juan.

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