BREVE VIAJE AL PLANETA DE LOS HOMBRES SIMPLES
Os diré una cosa. Llueve. El cielo es un conglomerado
de suciedad metálica. Tiene el color de la lluvia y por eso la lluvia no se ve.
La calle cobra
esa vivacidad de acuarela que impregna los días húmedos.
Es hora de fabricarse
una manzanilla con Anís y recostarse sobre el tresillo para navegar por la red
de redes.
¿Y qué creéis que me encuentro en el correo entre un
montón de mensajes que prometen descuentos, de pitonisas que tienen algo que
contarme y empresas que me buscan pareja?.
El reenvío de un amigo.
Resulta que las mujeres no dormimos debido a la
complejidad de nuestro cerebro. Vaya por Dios, que interesante. Voy a leerlo.
Abres el email y contemplas todo un circuito con
engranajes que parece no acabarse nunca. Está repleto de bolitas saltarinas que
provocan una sensación de actividad frenética. Según el autor de la gracia,
cada bolita representa un pensamiento.
A veces sospecho que llevo la sonrisa en los huesos,
porque sonrío, y lo hago por defecto. A pesar de mi seriedad.
Es curiosa esa manía de nuestro cerebro por clasificarlo
todo. Ese empeño posterior en alimentar sus raciocinios para crear un surco en
las neuronas del que brote una férrea creencia. Sonrió cuando imagino la masa
gris como una tierra que aramos de sol a sol.
Y a mí que los hombres, me parecen de otro planeta.
Como si no fueran simples, o si lo fueran tanto que no alcanzo a comprenderlo.
Reconozco que nunca se me han dado bien. Y el caso es
que me encantan.
Aún no he llegado a comprender la forma en que nos
destrozan el corazón a veces, ni la frialdad glacial de la que hacen alarde
cuando menos lo esperas. Y todavía me pregunto porque hay tantos que prefieren
el fútbol a las películas de amor.
Yo pensaba que las mujeres no dormíamos porque estamos
pendientes de los niños o porque nos acechan las responsabilidades en el hogar
y en la oficina.
Creo que incluso podríamos haber acuñado esa frase
convertida en verdad inmutable: “Pobrecitos ellos, con lo simples que son”. A madrazas no hay quién nos gane.
Y sin embargo yo todavía no he podido concluir algo
así de simple. Tantos años de convivir con hombres en casa, en el trabajo y en
la vida y continuo sin captar la simplicidad masculina. Lo peor es que no sé cómo
explicarlo, cuando debería ser muy sencillo. ¿O no es eso lo que se espera de
lo simple?.
Así que vuelvo a mi nave y regreso al mundo de los
hombres y mujeres de carne y hueso. En el planeta de los hombres simples, tengo
poco que hacer, excepto desearles lo mejor. Eso y… que duerman mucho.
Por cierto sigue lloviendo. Queramos o no.
© Texto de Isabel Ripoll Espinosa
Creo que el termino de lo "simple" fue creado por alguien cuya unica finalidad era hacernos perder la cabeza. Duerme amiga mia , que ya serán otros los que nos cuiden los sueños ; si es que hay algo en ellos tan importante como para hacerlo
ResponderEliminarBesos y cuidate
Buen texto para reflexionar; esos temas que entra dentro de la incertidumbre humana.
ResponderEliminarYa lo dijo la biblia en algunos de sus probervios y en el... “El corazón del hombre es insondable” (Sal 63,7).
Por supuesto que aquí también está incluida la mujer, que a veces (muchas veces), se le hace difícil al hombre, entenderla...
Un gusto haber pasado por aquí.
Un abrazo.
Juan.